Ceff: Febrero 2024
El actual presidente Noboa ha decidido subir el IVA al 15%; para financiar la guerra interna y para transferir recursos a los gobiernos locales; sin embargo, sus aliados políticos de derecha (PSC) y de ¿izquierda? (ex AP, hoy RC) han dicho que no apoyan la medida, ambos por la misma razón: No están de acuerdo con subir impuestos. Cuestión totalmente rebatible, pues los dos partidos han subido impuestos en el pasado.
Lo sorprendente es que cuando de pagar se trata, todos están de acuerdo: en NO hacerlo. Todos dan alaridos generalizados para evitar subir el IVA, retirar subsidios, explotar el ITT y en contra de toda medida que signifique sacar un solo centavo de “sectores populares” y lastimar a la naturaleza. Al momento sólo encuentran como solución gravar a las utilidades de los bancos, aumento del ISD y consumos especiales; valores que sumados son insuficientes.
Si hacemos una verdadera valoración de lo que cuestan los subsidios (gasolinas, diésel, gas, seguridad social y otros) tenemos un valor que promedia los 7.600M de dólares, valores que son cercanos al valor de la deuda que el Ecuador acumula cada año. Es decir que debemos liquidar o disminuir de manera ostensible los subsidios a los combustibles, a las pensiones jubilares y otras prestaciones del IESS y disminuir el aporte a los Consejos Provinciales, Municipios, Juntas Parroquiales (GADs).
Elemento importante en este análisis es que los combustibles son traficados por las fronteras hacia Colombia, Perú y en altamar para barcos chinos y lanchas del narcotráfico. Por lo tanto, el estado ecuatoriano financia a los grupos delincuenciales y a los ciudadanos de los países vecinos a través del contrabando de combustibles.
La falta de recursos para transferir a gobiernos locales (3.400M al año), pago atrasado a proveedores (1.000M 2022 y 1.000M 2023), y la falta de fondos para los sueldos del sector público (aproximadamente 500M por mes) han dejado la caja fiscal vacía. Esto pone en serio peligro la dolarización, pues la balanza comercial es totalmente negativa.
El déficit fiscal acumulado llegará en este año a 10.000M lo que determinará que no haya dinero para salarios, ni transferencias a los GADs y peor aún para inversiones.
El estado ecuatoriano tendrá que cumplir con sus obligaciones y la única manera es emitiendo documentos de compromiso de pago como la moneda propia o un documento (bono) parecido al patacón argentino, lo que acabaría con la dolarización. Por otra parte, esta nueva moneda nos abre la puerta hacia un proceso inflacionario incontrolable, ya que, entraríamos en un permanente espiral de desvalorización de la nueva moneda de cambio, ante la posibilidad de imprimir documentos sin respaldo en dólares.
El gobierno de la década pérdida, no pagó una parte de la deuda y contrató deuda con la China con intereses onerosos, deuda mucho más cara que la concedida por el FMI. Moreno y Lasso tuvieron que mantener el endeudamiento por el exceso de gasto en subsidios, en burocracia de gobierno central y GAD´s como una herencia maldita.
Por su parte, el presidente Noboa gobierna a golpes de palo de ciego, caracterizado por la improvisación y un poco de suerte como la llegada de la ayuda internacional, la llegada del armamento de la policía, y los certeros golpes de la policía y militares a los carteles mafiosos que nada tienen que ver con el avechucho planteado desde el inexistente Plan Fénix. Hasta el momento el Presidente Noboa desperdicia su capital político; alguien deberá informarle, que es efímero.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿de dónde sacamos el dinero para salvar la dolarización?
En el caso del correísmo RC debemos señalar que cuando estuvieron en el poder se produjo una crisis de menor envergadura y fue motivo para la subida del IVA en 2 puntos, un día de sueldo del sector público, contribución de 3% sobre utilidades de la empresa privada y 0,9 % de personas naturales por patrimonio mayor a 1M de dólares; a pesar de ello, nos dicen que no están de acuerdo porque las condiciones fueron ¿diferentes? Claro, eran menos apremiantes. Con la mirada puesta en las elecciones venideras, ahora, ni derecha ni izquierda se apunta en el carro para subir impuestos.
En estos últimos días CORDES, organismo de análisis económico de la extinta democracia cristiana, ha hecho un pronunciamiento ante los medios, con verdadera preocupación, nos dicen que la falta de dinero nos llevará a terminar con la dolarización y que el estado se verá obligado a emitir moneda nacional (compromiso de pago).
Sólo un sector de la ciudadanía liberal y patriótica desde la puesta en escena del candidato a la presidencia de la república Fernando Villavicencio (+), ha elevado una propuesta integral para consolidar un país de grandes transformaciones donde se tendría que considerar no sólo el IVA; también el estudio de los subsidios en varios sectores como combustibles, seguridad social y la reconsideración del financiamiento a los GADs.
Por otro lado, una administración patriótica del estado que nos permita renegociar los contratos petroleros, las telefónicas, limpieza total en las empresas estatales como las empresas eléctricas, los hospitales, el IESS, con un plan de reducción de gastos innecesarios y combate a los mafiosos que se aprovechan de las compras con el estado central y las obras que contratan los GADs.
Esto debe acompañarse con una propuesta política de fondo, entre las que debe constar el poner en vigencia la Constitución del 1998 que nos permita desmontar el aparataje impuesto por el correísmo.
¿Qué hacemos para salir de estas crisis cíclicas y cada vez más frecuentes?
Desde hace varios años el Ecuador está en crisis permanente. Podemos decir que hubo algunos años de estabilidad política, fundamentalmente porque hubo estabilidad económica por un ingreso extraordinario por el costo del barril de petróleo de más de 100 dólares. A pesar de ello, siguió el endeudamiento de Ecuador para obras de infraestructura sobrepreciada y se duplicó la burocracia y triplicó al término de Moreno y Lasso.
El brutal y desmedido aumento de la deuda en los gobiernos de Correa, y después, Moreno y Lasso sumado a los nulos esfuerzos para disminuir la masa de empleados públicos innecesarios, subsidios y derechos laborales y sociales irresponsablemente concedidos por la Asamblea Nacional e incluso por la Corte Constitucional nos ha llevado a una etapa tan crítica que ahora corremos el riesgo de perder la dolarización.
Las medidas fiscales deben ser definitivas, no sólo son necesarias, son imperativas para financiar el presupuesto; por lo que, el gobierno de Noboa debe lograr su financiamiento y enfrentar la crisis fiscal con medidas como incremento del IVA al 15%, supresión de gran parte de los subsidios, revisión de los aportes al IESS y GADs.
La empresa privada también deberá colaborar, pero no al extremo de liquidarla. El gobierno no puede seguir enviando medidas aisladas sin ninguna planificación. Debe tomar en serio las múltiples propuestas que nacen desde la ciudadanía responsable, mismas que apuntan a resolver de raíz el déficit fiscal.
Este gobierno puede negociar medidas económicas estudiadas y responsables, en este momento en que cuenta con capital político, de lo contrario, no será un buen gobierno transitorio y peor conseguirá la reelección.
El mejor legado de este gobierno será la lucha contra la inseguridad, y puede ser un buen gobierno que permita definitivamente salir de la crisis fiscal y no pretender engañarnos con collares de cuentas y espejitos.
¿La crisis nos saca de la dolarización?
No por la dolarización, si no por indisciplina fiscal, por no explotar recursos que tenemos, por gastar lo que no tenemos, por mantener subsidios inmanejables en gasolinas, diésel y gas, subsidios de seguridad social (IESS, ISSFA e ISSPOL), seguro campesino y las transferencias para gasto corriente de los Municipios, Consejos Provinciales y Juntas Parroquiales.
La crisis nos saca a patadas de la dolarización por la ignorancia de nuestros políticos, de nuestros dirigentes laborales, gobiernos locales, movimientos sociales y ambientalistas que abren la boca para pedir; pero, jamás para solucionar los problemas que arrastramos como sociedad ecuatoriana.
¡Mi patria es mi familia!
F.V. Ecuador